Viaje con mis aitas (I)

Perdón por no actualizar el blog pero es que continúan mis problemas técnicos con el ordenador y tengo que venir al curro a escribir. Visto lo visto he decidido dejarlo como está y cuando llegue a Vitoria ya tendré tiempo de enredar más...
Bueno, pues ahora os relato el viaje que hice el pasado fin de semana con mis aitas. Como es de esperar, esta vez ha sido típico viaje turístico, de estos que te levantas a las 8 y pico de la mañana, te pasas el día viendo cosas, y para antes de las 12 ya estás todo formal durmiendo. Vamos, que poco tiene que ver con viajes anteriores como Riga o Krakovia, por ejemplo.
Salimos el viernes tarde dirección Friburgo, donde pasamos la primera noche. Por cierto, una de las ventajas que tiene viajar con tus aitas es que en vez de dormir en un albergue compartiendo habitación con otras 87 personas duermes en un hotelito agusto y con un poco de suerte incluso hasta puedes pegarte la panzada en el buffet del desayuno. Bueno, pues nos levantamos el sábado y estuvimos toda la mañana viendo Friburgo. A decir verdad, me habían hablado tan bien de la ciudad que luego me decepcionó un poco. También puede ser que me esté malacostumbrando porque después de ver ciudades como Berlín, Krakovia o Brujas todo lo demás parece hasta feo. Aquí os dejo una foto de mis aitas en una de las calles más chulas de Friburgo, con cocodrilo (De piedra) en el canal incluído:


A la tarde ya cogimos el coche y nos dirigimos hacia el Lago Constanza, una especie de mar interior para los alemanes, que la verdad es que sí que merecía la pena. Hasta llegué a echar en falta el bañador porque con el tiempo que hacía daban unas ganas de bañarte... Además, paramos en un pueblo que se llamaba Meersburg que para sorpresa nuestra resultó ser más bonito de lo que esperábamos. De hecho, personalmente me gustó más que Friburgo.
Y de allí a la tarde partimos hacía Füsen para pasar la noche lo más cerca posible del castillo de Neuschwastein, que nos esperaba al día siguiente....