Frankfurt

Vaya nochecita la del sábado... Os acordáis lo que os conté el otro día sobre los 4 gatos que quedábamos en Darmstadt no? Pues bien, este fin de semana todavía se puso peor la cosa porque se fueron casi todos de viaje y nos quedamos sólos Andrés y yo. Ante esta perspectiva decidimos que lo mejor que podíamos hacer era irnos de fiesta a Frankfurt y ya de paso hacerle una visitilla a Xabi y Francesca, que por cierto llegaron hace poco de sus vacaciones por Vitoria. Aquí os dejo una foto de la pareja por si alguien no les conoce aún.


La idea era salir un ratillo y después irnos a la Living, que es una discoteca patxanguera que está en el centro de Frankfurt. Lo malo que tiene esta discoteca es que es bastante "cool" y es casi un milagro que te dejen entrar. Aún así yo estaba decidido a ir y la mejor prueba de ello era que por primera vez en mi vida (sin contar el traje de blusa en fiestas) salí de juerga con camisa!! Pero bueno el caso es que después de hablar con Xabi y sus compañeros de piso llegamos a la conclusión de que era bastante improbable que nos dejasen entrar y seguramente sólo perderíamos el tiempo si lo intentábamos.
Así que nos quedamos en su piso cenando y bebiendo un rato hasta que a eso de las 12 nos fuimos al barrio de Sachsenhausen, que es lo más parecido al casco viejo vitoriano (muchos bares con diferente música). La idea era ir de bar en bar pero al final resultó que nos tiramos toda la noche en el mismo sitio hasta que salimos y ya no nos dejaron entrar. Podéis imaginaros mi indignación: "Para una vez que salgo con camisa y no me dejan entrar!"
Después de hacer varios intentos fallidos desistimos y nos fuimos a buscar algún otro sitio pero ya era un poco tarde y nos volvimos enseguida para Darmstadt. Bueno, antes de irnos nos dio tiempo a robar una pizza en un sitio de comida rápida porque los camareros pasaban bastante de nosotros y no nos atendían. Milagrosamente nadie se enteró y pudimos volver a casa sanos y salvos.
Para terminar os dejo una gran foto de los tres magníficos: Andrés, Xabi y yo.