Poco que contar

Creo que el título lo dice todo. Desde de la Spanische Party del sábado hasta hoy no hay nada nuevo que contar. Y es que en estas últimas semanas mi vida se resume muy fácilmente: me levanto a eso de las 12 (No os asustéis, seguid leyendo), me visto tal y cual y a eso de la 1 voy a comer al comedor de la Uni. Después me paso por el Fraunhofer para leer el correo (Mi ordenador sigue un poco tocado) y casi siempre aprovecho para coger algo que necesito para escribir la memoria. A eso de las 3-4 me voy para casa y comienza mi jornada laboral. Desde esa hora hasta las 4 de la mañana, por supuesto con paradas varias para cenar y descansar, me paso el tiempo delante del ordenador peleándome con la maldita memoria. Cómo odio escribir en inglés... En serio, cada párrafo que escribo se convierte en un motivo de celebración y cada nueva página que consigo acabar es todo un triunfo que roza la épica. No os imagináis las ganas que tengo de terminarla...
Y bueno, esa es un poco mi rutina diaria. Para colmo, hoy es día de fiesta en toda Alemania, lo que implica dos cosas: ayer hubo juerga y de las gordas en Frankfurt y este fin de semana es puente. Por supuesto, ninguna de las dos me afecta a mi, ya que ayer me quedé en casa trabajando y el puente para mi es como si no existiera. En fin, todo llegará...